Los terapeutas sexuales William Masters y Virginia Johnson establecieron un programa sencillo y eficaz con la finalidad de eliminar la eyaculación precoz. En la actualidad, este programa ha sufrido algunos cambios, pero sigue siendo uno de los programas más eficaces (90% – 95%) para lograr la solución a la eyaculación precoz.

Sin embargo, existe doctores que prefieren la vía rápida: los medicamentos. Dichos medicamentos son antidepresivos, inhibidores de la recaptación de serotonina. Retrasan el reflejo eyaculatorio. No olvidemos que se tratan de drogas que tienen efectos adversos y, sobre todo, la solución de la eyaculación precoz no se encuentra ni es exclusiva del fármaco.

La terapia sexual nos ofrece mejores perspectivas: no ofrece efectos adversos; es menos costosa, ya que con la medicación supone depender de una pastilla; ofrece resultados más duraderos y ofrece al paciente mayor confianza en sí mismo.

El objetivo de la terapia sexual  es dar al paciente y a su pareja sexual información adecuada sobre el problema, así ayudaremos al afectado a aprender a identificar las sensaciones que preceden al orgasmo y a ser capaz de canalizar adecuadamente su excitación sexual y, por lo tanto, a controlar su reflejo eyaculatorio. Además, se le enseña a estimularse a ambos, con la finalidad establecer una buena comunicación, ya que es necesario eliminar cualquier tipo de tensión o expectación en la pareja, para evitar las situaciones que puedan hacer que el paciente se sienta presionado.

A continuación, os expondremos cómo se desarrolla la intervención psicológica con un experto en sexualidad:

1. Eliminar la ansiedad anticipatoria. Es primordial relajarse y no apresurarse. El paciente se obsesiona en satisfacer a su pareja sexual, sometiéndose a un “rol espectador” pendiente del disfrute de su pareja, se piensa constantemente lo que tienes que durar y se está muy observador de las reacciones de tu pene. El cerebro, sólo recodará  su mecanismo usual y mandará la señal de eyacular. Hay que dedicar más tiempo a los juegos preliminares. Es fundamental que la excitación sexual de ambos sea fuerte.
   
2. Controlar la respiración. A través de una respiración adecuada los músculos se relajan y la mente se serena, ayuda así al cuerpo a funcionar mejor. Meditar diariamente, nos puede aportar: reducir el estrés y mejorar nuestra confianza.
   
3. Técnica de  compresión de Masters & Johnson. La técnica consiste en que cuando se presienta el reflejo eyaculatorio se presione sobre el glande durante unos 5-10 segundos, provocando así retraso en la eyaculación.
   
4.  Técnica parada – arranque. Cuando el paciente está a punto de conseguir el orgasmo se interrumpe la estimulación durante unos 30 segundos, y después se continúa. Esto se puede repetir varias veces a lo largo de cada relación sexual.
   
5. Probar diferentes posturas. El cambiar de postura sexual puede ayudarte a controlar el reflejo eyaculatorio, ya que lo que se tarda en cambiar de postura permite el tiempo para el control. Las posturas más favorables para el control eyaculatorio del hombre son: la mujer sentada sobre el hombre; la mujer encima del hombre, pero en posición invertida; el hombre acostado de lado, detrás de la mujer.
   
6. Músculos pubococcígeo. Estos músculos se encuentran entre los genitales y el ano. Su función es controlar el flujo del semen en la eyaculación. Si el paciente aprende a controlar los músculos del pubococcígeo será capaz de retrasar la eyaculación.